Entrevista: Juan

Cuando llevamos disputadas ya catorce jornadas de Liga, Juan(31 años), portero titular de la primera plantilla del Coria CF, hace balance de lo acontecido hasta la fecha. El portero coriano, que está demostrando partido a partido su enorme calidad bajo los palos, con actuaciones excelentes que salvaron puntos, asegura que lo mejor está aún por llegar. Considera que todavía no está el Coria CF en el lugar que le corresponde, porque la calidad y el trabajo de la plantilla motivan a esperar algo más. Una entrañable entrevista donde también recuerda sus inicios y sus primeros recuerdos del Coria CF, cuando acompañaba a su padre, portero también del Coria CF, para verlo entrenar.

-Tras 14 partidos de Liga, el Coria CF ocupa el puesto sexto en la tabla clasificatoria, ¿esperabais un arranque liguero así? ¿Crees que esa posición es la que le correspondería al Coria CF durante esta temporada?

Después de los últimos inicios de Liga en temporadas pasadas, no esperaba un arranque así como el de este año. Pero también tengo que decir que dado el equipo que tenemos esa posición se nos queda corta…Desde mi punto de vista, el Coria CF luchará este año por la liguilla de ascenso.

-Un portero siempre agradece contar con una buena defensa. ¿Qué nos puedes comentar sobre la defensa del Coria CF? ¿Cuáles serían sus características más destacadas?

Este año tenemos una defensa experimentada a la vez que joven. Creo que a pesar del mal inicio vamos a ser unas de las defensas menos goleada de la categoría.

-Has realizado grandes partidos hasta la fecha, si tuvieras que elegir uno, ¿cuál sería? ¿Por qué?

Este año para mí un partido importante fue el del Recreativo de Huelva B. Sirvió para ganar, dejando atrás una mala racha que teníamos; además, la portería acabó a cero, lo que es muy importante tanto para mí como para el equipo.

-¿Dónde está la clave de la buena marcha del Coria CF en esta temporada?

Creo,  bajo mi punto de vista,  que el trabajo del equipo no está siendo correspondido en la clasificación. El cuerpo técnico está haciendo un gran trabajo, y todavía no está teniendo todo el resultado que todos esperamos. Por tanto, de aquí en adelante, al equipo sólo le queda mejorar.

-¿Crees que perjudica al equipo crearse esa presión de alcanzar el cuarto puesto que da acceso a la liguilla?

Hasta ahora casi siempre que lo hemos tenido a tiro hemos fallado… No debemos pensar en eso, sino ir poco a poco: con trabajo todo llega.

-¿Qué es lo mejor que te ha ocurrido desde que militas en el Coria CF?

Futbolísticamente hablando recuerdo el día del 3-0 al Chiclana porque veníamos con la eliminatoria prácticamente perdida y remontamos. Fue un día muy especial, que se vio un poco truncado por la tangana que se produjo, pero tuvo el final esperado: el ascenso a Tercera División.

-¿Qué entrenadores recuerdas con especial cariño?

Son muchos los entrenadores que he tenido pero recuerdo mucho a don Antonio Moreno, que me tuvo muchos años en los escalafones inferiores del Coria CF y aprendí mucho de él, al igual que con Tiravit y otros más…

-Tres porteros fundamentales que existan o hayan existido…

El primero mi padre, Salvador Martínez Giráldez; después Juan Carlos Unzué y Paco Buyo.

-¿Tienes alguna espina clavada o te das por satisfecho con lo que te ha ocurrido hasta ahora en el mundo del fútbol?

Mi abuela vive en la misma calle del Estadio Guadalquivir, por lo que cuando era un niño, siempre iba a ver jugar al Coria CF. Mi sueño era jugar en el Coria CF algún día. Y lo he conseguido. Créeme, no ha sido fácil. En mí no confiaba casi nadie por mi altura, pero creo que he callado muchas bocas a lo largo de todos estos años. Respecto a si tengo alguna espinita clavada, diría que no haber podido jugar con el Coria CF en 2ª B.

-¿Cómo te surge cuando eras niño la afición por ser portero?

Como he comentado antes, mi padre era portero, y me llevaba con él cuando entrenaba. Recuerdo que cuando llegábamos a casa después de su entrenamiento, yo me ponía sus guantes, que, lógicamente, me estaban super grandes, y jugaba con ellos. Se los partía jugando en la calle, tirándome en el acerado de mi puerta (risas).